Por Yanira Soundy
He abierto caminos líquidos entre mares, ríos y lagos de espuma,
para regalarles el sol de otros horizontes.
Les he llevado a las orillas más verdes,
con vespertina paz en las limpias aguas del milagro.
He abierto caminos líquidos, donde las piedras se asoman,
entre encajes de estrellas y aves marinas.
Y así, ustedes han abandonado los miedos, sobre la tierra de rodillas.
Se han transformado en luz de asombro a mis ojos
y aceite para iluminar las lámparas de esta travesía.
He abierto caminos más finos que el mar,
para no volver a ver la tristeza despertando en la ciudad.
Y quedarnos así, lejos en otro mundo, donde no duerme la esperanza.
Y no hay odio en las gargantas.
Les he llevado, a este espejo que es sueño de ondas y puertos,
con un remo de palo, que aprendió a reírse de su utilidad y de ser usado.
Tosco, pero indispensable para avanzar y sobrevivir.
Un remo que se resiste al dolor y lucha.
Consciente se desliza y abre paso en las aguas.